viernes, 25 de noviembre de 2011

Cicatrices: cuando son un problema para el cuerpo.



La mayoría de nosotros a sufrido alguna vez en su vida un accidente o una operación que dejaron como recuerdo una cicatriz.

En muchas ocasiones la manera en la que el cuerpo crea la cicatriz es el origen de un problema posterior.

Los hechos que rodean el momento en el que se produce un corte en el cuerpo, condicionan la manera en la que este soluciona el problema.

Cuanto más estrés sufre el cuerpo intentando adaptarse  a la herida en el tejido y las condiciones del momento, más probabilidades hay de que el cierre de esta deje un problema en el futuro.

Por lo grave de que exista una abertura por la que se puede perder sangre, o un órgano, además de entrar bacterias o virus, el cuerpo no puede andar con detalles y cierra sin poner cuidado en estos, es como si se dijera: “ya habrá tiempo más adelante”. 


Algunos elementos de estrés que hacen más complicado para el cuerpo cerrar la herida de forma óptima:
  • La cicatriz suele realizarse en circunstancias tensas y de alarma, que generan mucho gasto energético para el organismo.
  • Operaciones: en muchas ocasiones por enfermedades graves en las que el resultado es incierto. También están acompañadas de anestésicos y coagulantes sanguíneos, etc., necesarios por la gravedad del momento, pero que interrumpen la función normal del sistema nervioso, básico para el control de lo que sucede en la zona.
  • Accidentes de tráfico: suelen estar acompañados de emociones fuertes, con alarma intensa, y los sentidos estar saturados de informaciones como gritos, sonido de ruedas derrapando, imágenes, etc. Que conmocionan y añaden una gran tensión, influyendo directamente en el proceso de reparación del tejido.
  • En situaciones de autodefensa o lucha, en cortes por arma blanca. El momento guarda el suficiente estrés para que se produzca un bloqueo del cuerpo.
  • Practica deportiva: en ocasiones las emociones son fuertes por encontrarse en momentos extremos, y la capacidad de regulación se encuentra al límite.
  • A veces la situación es relajada, como cuando hay un corte al romperse un vaso que se está fregando, pero si la herida se infecta, el cuerpo a de cerrar y luchar contra la infección, resultando un esfuerzo añadido.
  • Las cicatrices por quemaduras suelen ser bastante fuertes; pueden ser de tres tipos: químicas, por fuego y por objetos calientes.

Existen factores que no tienen que ver con la causa, y circunstancias externas, en las que se produce la herida, pero que también condicionan de forma importante la manera en la que el cuerpo cerrará esta:
  • El PH de la piel.
  • El PH de la sangre y su capacidad de coagulación.
  • El nivel de azúcar en sangre (Diabetes Mellitus).
  • Déficit de proteínas, enzimas, vitaminas o minerales.
  • Emociones de defensa en exceso afectación del sistema nervioso simpático que afecta al tiempo que tarda en cerrar la cicatriz (ver el trabajo de Irvin Korn sobre las bases fisiológicas de la osteopatía).
  • Estados depresivos (afectan los sistemas nervioso e inmunológico).
  • Estado bacteriológico de la piel.
  • Enfermedades de la piel.
  • Enfermedades inmunes.
  • Toma de medicamentos que bloquean el sistema nervioso simpático.
  • Estado de las glándulas suprarrenales.

Por el esfuerzo y desgaste que genera al cuerpo en el momento de su cierre, una cicatriz puede ser el origen de problemas en diferentes partes del organismo.

Cuando no ha tenido una solución adecuada, mantiene una tensión constante que termina desgastando aún más (ver investigaciones sobre la respuesta de las glándulas suprarrenales al roce de una cicatriz).
Algunas consecuencias son:
  • Debido al estrés que le produce al cuerpo es una causa más que se suma a un desgaste de glándulas suprarrenales.
  • Problemas alérgicos.
  • Cansancio / agotamiento.
  • Estado depresivo.
  • Dolor y picor en la zona.
  • Problemas de propiocepción: equilibrio, marcha, estática.
  • Problemas de movilidad o en el movimiento: rigidez del tejido, falta o exceso de tono, etc.
  • Problemas posturales: por adaptación ascendente o descendente.
  • Pueden actuar como campos interferentes (ver focos en medicina biológica), creando cambios en los ritmos: sueño-vigilia, regla, etc.
  • Sistema inmunológico.
  • Problemas nerviosos por afectación del líquido céfalo raquídeo, debido a cicatrices internas por infecciones o inyección epidural, esta puede dejar un cicatriz en la duramadre que recubre y protege la médula espinal, alterando el movimiento sacro-craneal (ver los trabajos de Upledger).
  • Por las razones anteriores: dolores articulares y musculares, disminución de la capacidad deportiva, etc.

A demás, en el cuerpo existen canales energéticos llamados por la medicina china: meridianos. Estos recorren el cuerpo a nivel de la piel y el tejido conectivo que se encuentra debajo de esta.

Cumplen la función de conducir el Chi o energía de la vida.

El sistema de meridianos es de vital importancia para la salud (ver medicina china). 

Muchas de las cicatrices suelen cortar uno o varios de estos meridianos (apendicitis, operación de tiroides, cesaria, etc.), generando problemas para el paso de la energía que circula por ellos (ver mapa de meridianos).

Cada uno de los meridianos tiene relación con un órgano (ver significado de órgano para la medicina china): hígado, riñón, pulmón, etc. Por lo que al estar dañado uno, la regulación de el órgano correspondiente queda afectada. Lo que le termina produciendo problemas.

Para recuperar el equilibrio es necesario trabajar sobre la cicatriz.

¿Cómo saber si una cicatriz puede estar creando problemas?

Una buena forma para empezar es la clínica:

  • Circunstancias en las que se produjo la herida.
  • Tiempo que tardó en cerrar.
  • Problemas que la acompañaron.
  • Si existe dolor, picor, enrojecimiento, hinchazón, está dura, etc.
  • Problemas de salud en el momento de producirse.
  • Toma de medicamentos para tratar la herida.
  • Si padece enfermedades que produzcan inmunodepresión: diabetes, hepatitis, insuficiencia renal, etc.

La línea del tiempo:

La línea del tiempo hace ver al terapeuta y al paciente, si después de producirse la cicatriz, la persona empezó a sufrir otros problemas que nunca había tenido antes y que, en apariencia, no están relacionados con esta.

Tests:

  • Tests de biofeedback: determinan si existe un problema de regulación en la cicatriz y si este esta afectando al resto del cuerpo o no.
  • Los tests dinámicos ponen a más sistemas en acción de los que lo haría un test típico, de tipo estático. Por lo que incluso las cicatrices que en principio no muestran el problema (no muestran síntoma), por estar muy adaptada por el resto del cuerpo la tensión que generan, si lo mostrarían, haciendo posible el trabajo sobre ellas.

Algunas de las diferentes líneas de trabajo que se pueden seguir:

  • Aplicación de cremas y aceites que hidratan la piel y ayudan a bajar la inflamación en el caso de que exista: caléndula, aloevera, rosa mosqueta, árnica, etc.
  • Nutrición: aportar los elementos que puedan faltar al cuerpo para nutrir de manera adecuada el tejido conjuntivo.
  • Propiocepción: esta queda alterada e influye de forma importante porque termina dando una mala información al cerebro, situación que provoca respuestas inadecuadas de este (ver formas de tratarla en Kinesiología avanzada y fisioterapia).
  • Meridianos: recuperar la capacidad de la piel de la cicatriz para polarizar y repolarizar, permitiendo el paso de la energía que lleva el meridiano.
  • Masaje y estiramiento: permiten quitar tensión, recuperar propiocepción, y mejorar la circulación sanguínea, así como el drenaje del tejido; importante para eliminar desechos de la zona y bajar la inflamación.
  • Frío y calor: dependiendo del momento; pueden ayudar a, desde facilitar el trabajo de estiramiento, hasta ser estimulantes de la circulación.
  • Técnica de Cyriax (sobretodo cicatrices internas: esguinces grado 3º, operaciones en tendones y ligamentos, rotura fibrilar en el músculo, etc.): rompe el tejido cicatricial y estimula la aparición de neuropéptidos que disminuyen el dolor en caso de existir (ver Masaje transverso profundo del Dr. J. Vázquez Gallego y el Dr. A. Jauregui Crespo).

Cuando el problema es más serio:

En las ocasiones en las que estrés que sufrió el cuerpo en el momento de producirse la herida es muy fuerte, éste tiene que cerrar con tal urgencia que se deja todo por el camino. La adaptación es tan fuerte que el cuerpo pierde mucha capacidad de proceso (ver la Kinesiología avanzada de J.L Godoy).

En estos casos es difícil, sino imposible, trabajar sobre la cicatriz, ya que el cuerpo no recibe los estímulos propios de la terapia, y por lo tanto, no responde a esta.

Por esto, y por la dificultad en la aplicación técnica de algunas de las herramientas terapéuticas, es aconsejable acudir a un profesional de la salud, que sepa como recuperar la capacidad perdida por el cuerpo: médico, fisioterapeuta, etc.




      
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